Ya habíamos conocido a Iñigo Aguas a través de sus obras “Los cuerpos de la habitación roja” y “Los cuerpos de las últimas veces”. Estas lecturas se revelaron como una experiencia intensa, franca y apasionada que logró cautivarme por completo. En esta ocasión, Aguas ha vuelto a conquistarme con una novela que calificaría como verdaderamente maravillosa y extremadamente adictiva.
La historia gira en torno a Enzo, nuestro protagonista, quien ha estado profundamente enamorado de su mejor amigo, Logan, desde sus días en el instituto. Al finalizar la escuela, Enzo se muda a Madrid en un intento de olvidar a Logan y comienza una relación con otro chico. Sin embargo, con el tiempo se da cuenta de que olvidar a Logan es una tarea imposible. Como vía para expresar sus sentimientos sin reservas y tratar de superar esta relación imposible, Enzo se lanza a escribir un libro.
Lo que Enzo no se imagina es que su libro se convertirá en un éxito rotundo y que incluso adquirirán los derechos para llevarlo a la pantalla grande.
Cuando llega el momento del casting, se reencuentra con Logan, quien se presenta para el papel principal. De repente, Enzo se sumerge en una montaña rusa de emociones, donde experimentamos su amor y su añoranza por Logan, pero también sus sentimientos de culpa.
A partir de aquí, se desarrolla una trama de segundas oportunidades, con un constante juego de atracción y distancia entre nuestros protagonistas. La gran pregunta es si serán capaces de confiar el uno en el otro y superar las mentiras y verdades que se cuestionan a lo largo de las páginas. Este emocionante viaje está acompañado de una sensualidad cargada de pasión, algo a lo que el autor nos tiene acostumbrados. Sin embargo, hay mucho más por descubrir en esta historia, especialmente en cuanto a los cautivadores personajes secundarios.
La novela se extiende a lo largo de 484 páginas, divididas en un prólogo, tres partes y un total de 79 cautivadores capítulos. La narrativa del autor es directa y apasionada, sin tabúes ni prejuicios, lo cual es sumamente refrescante. Esto logra que el lector se sumerja completamente en las páginas del libro, empaticé con los personajes y sienta todo lo que están experimentando. La escritura es sincera, como una conversación con un amigo cercano.
Aunque el elemento sexual está presente en la obra, el autor se enfoca en la parte dramática, explorando los sentimientos de los personajes y su historia de amor. Además, aborda valientemente la cuestión de la homofobia, lo que sin duda te pondrá la piel de gallina.
Sumergirse en esta historia es una tarea sencilla, y es difícil dejar de leer gracias a los cortos y atrapantes capítulos. El autor brilla al abogar por la libertad sexual, y personalmente, me ha vuelto a conquistar. Espero con ansias que nos regale más novelas en el futuro y que continúe evolucionando de esta manera tan excepcional.
